jueves, 16 de diciembre de 2010

Las armas

No es posible entender la historia del ser humano sin entender su capacidad para crear armas. Cuando éramos cavernícolas nos dimos cuenta muy rápido que no éramos más rápidos que el tigre dientes de sable, que no éramos mas fuertes que el mamut, que no éramos venenosos ni teníamos caparazón.... ahhh pero tenemos pulgares.... que tal que le sacamos filo a esta piedra?? Muy bien!!! Y si amarramos la piedra afilada a una vara??? Eso estuvo todavía mejor!!! Y así sucesivamente. La capacidad de crear y usar estas herramientas no solo nos hizo subir en la cadena alimenticia sino dominarla. La cosa se puso interesante cuando a alguien se le ocurrió usar esas herramientas contra su misma especie.

Desde mi punto de vista, el combate que le es más natural al ser humano es armado y nadie me va a convencer de lo contrario. Por sencillez, por practicidad, por eficiencia. No es más fácil tumbar a alguien de un puñetazo que de un garrotazo y quien lo crea jamás se ha llevado ambos golpes para comparar. Todas nuestras guerras han dependido del uso de armas (no importa que los anuncios de cerveza nos quieran hacer creer que tiene más estilo boxear) porque nunca se trató de una cuestión deportiva sino de supervivencia. Por lo mismo, entender lo que puede ser usado como arma es la técnica más eficiente de combate para defensa personal que existe para el gusto de su servidor.

Sin embargo, hay de armas a armas. Con el paso del tiempo las armas se han ido refinando en su eficiencia, no así en su uso. Durante miles de años la gente usó espadas, lanzas, hachas, escudos, broqueles, dagas, flechas, halabardas, mazos, garrotes, etc. para pelear dando origen a una buena cantidad de sistemas de combate que requerían disciplinas y entrenamientos sumamente exigentes, hasta que Samuel Colt nos hizo el favor de "igualar a todos los hombres" manufacturando en masa el revólver. Ya no eran necesarios la disciplina ni el entrenamiento que daba como resultado el dominio de un arma y por lo mismo el entendimiento de la responsabilidad que se cargaba al usarla, a partir de entonces jalar un gatillo ha sido suficiente para matar a otro. El combate ha evolucionado a que cada vez nos demos menos las caras a la hora de matarnos y mientras más lejos mejor, lo que tiene sus pros y sus contras (más contras que pros para mi gusto). Yo creo que siempre estará más justificado pelear de cerca porque eso significa que existe un entendimiento y conciencia de lo que se está haciendo. Aún más, existe una autoría y un rostro en la acción de pelear. Cuando peleamos de lejos, no nos tomamos la molestia de ver el miedo y el coraje de nuestro enemigo. Si tenemos una buena razón para pelear también tenemos una buena razón para morir, ¿no? Lo justo es darle al otro una oportunidad también (no confundir justicia con estupidez, el honor y la moral del combate ya no son lo que eran).

Las armas son sinónimo de destrucción, eso es un hecho. La diferencia radica en qué es lo que se quiere destruir. Pueden ser el instrumento que esclaviza a un pueblo o el que lo libera. Las armas representan el potencial de lo que podemos hacer (para bien o para mal) y en eso radican su grandeza y su maldición. Nunca ha habido ni habrá nada más peligroso que alguien que porta un arma y está convencido de las razones para usarla.

lunes, 25 de octubre de 2010

Historia bastarda: el día D

6 de junio de 1944. Después de meses de organización, las fuerzas aliadas deciden entrar en Europa continental a través de Normandía y planean la invasión por mar más grande de todos los tiempos: más de 160,000 tropas pisaron Francia ese día mediante la movilización de 5,000 buques tripulados por 195,700 marinos. Como lo demostraron la anticipación nazi y las condiciones climáticas, se necesitaban esas cantidades.

El asalto consistió de dos fases: un ataque aéreo donde 24,000 paracaidistas británicos, norteamericanos, canadienses y franceses libres tocarían tierra pasando la media noche y el desembarco en la costa empezando aproximadamente a las 6:30 de la mañana. También se planearon dos operaciones falsas para confundir a los nazis: la operación Glimmer y la operación Taxable, de manera que no estuvieran seguros del lugar donde se realizaría la verdadera invasión.
El desembarco se llevó a cabo a lo largo de 80 kms de playa dividida en cinco sectores: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.

Pocos días al mes eran viables para la invasión porque se necesitaba la luna llena para subir la marea y para la iluminación en las horas antes del amanecer. Originalmente, Eisenhower había planeado la operación para el 5 de junio porque el clima había sido favorable durante mayo sin embargo se descompuso a principios de junio y esto hizo evidente para el 4 que sería imposible desembarcar el 5. Como no era viable posponerlo por más tiempo, se dice que cuando le informaron esto a Eisenhower le plantearon que había dos opciones: enviar a la flota con el apoyo aéreo como se había planeado a sabiendas que debido al viento más del 80% de los paracaidistas habrían muerto antes de tocar el piso o enviar a la flota sin apoyo aéreo aumentando considerablemente las bajas en la playa. Eisenhower se retiró a su camarote, le escribió una carta a su esposa en la que le decía que esa noche tomaría la decisión más terrible de su carrera porque se trataba de decidir a "cuáles jóvenes mandaría a su muerte" y al amanecer dio la orden de realizar la operación original, con el ataque aéreo. En ese momento nadie supo por qué, pero Eisenhower se fue a despedir de mano de cada uno de los paracaidistas.

Cuando fueron desplegados, la situación no fue tan crítica como se había augurado pero no por eso fue buena. Los vientos arrojaron a los paracaidistas tierra adentro y en completo desorden, por lo cual una vez que tocaron tierra tuvieron que organizarse con quien pudieron y movilizarse hacia la costa peleando todo el camino.
Por parte de los ingleses la 3a y 5a brigada no habían tocado tierra cuando ya estaban combatiendo con la 716va de infantería alemana. Para el amanecer, los británicos habían logrado establecer un perímetro que fue atacado desde el sur por la 21va división de Panzer alemana y ambos lados sufrieron importantes bajas, pero los ingleses lograron mantener la posición y poco después fueron reforzados por comandos de la 1a división de Servicios Especiales que fueron de vital importancia durante los siguientes días en los que tanto alemanes como británicos pelearon por la posesión del puente en el río Orne recuperándolo la 364va división de infantería nazi y tomándola de nuevo los ingleses en la batalla de Bréville el 12 de junio.
Por parte de los norteamericanos, el 45% de las tropas aterrizaron de un modo tan desordenado que fueron imposibles de organizar a tiempo. Después de 24 horas solamente la tercera parte había tomado control de sus divisiones, sin embargo la dispersión tuvo efectos positivos porque las fuerzas nazis se confundieron. Los paracaidistas pelearon por días tras las líneas enemigas y el 6 de junio ocuparon Saint-Mère-Églese que sería el primer pueblo liberado por la invasión.

Después de una complicada a serie de operaciones a cargo de la Marina Real para aislar el canal inglés de la Kriegsmarine, se iniciaron los movimientos de los buques que movilizarían a las tropas y a los tanques. En lo que concierne a las fuerzas que desembarcaron:

En la playa Sword, los británicos desembarcaron sin bajas importantes y lograron avanzar 8 kms tierra adentro aunque no fueron capaces de tomar las ambiciosas posiciones marcadas por Montgomery, algunas de las cuales no lograron ser tomadas sino hasta mediados de junio.

En la Juno, los canadienses se enfrentaron contra dos baterías pesadas de fusiles automáticos de 155mms y 9 baterías medianas con fusiles de 75mms además de fortificaciones de concreto y trincheras bien colocadas que les hicieron sufrir la segunda mayor cantidad de bajas de cualquier playa: la primera oleada del desembarco perdio a la mitad de sus tropas. No pudieron tomar todas sus posiciones hasta días después y al final del día no había contacto con la Sword pero fueron las fuerzas aliadas que más avanzaron tierra adentro a pesar de toda la resistencia que encontraron (incluída una división de panzers de la juventud de Hitler). Los canadienses fueron los que más cerca estuvieron de cumplir todos sus objetivos el Día D.

En la Gold, la 50va división de infantería tuvo también muchas bajas al enfrentarse a una villa en la playa fuertemente fortificada por los nazis. Después de la Juno, fue la playa que más cerca estuvo de completar sus objetivos.

Omaha. La imagen de la carnicería del desembarco en Normandía. La 1a y 29va divisiones de infantería norteamericana se enfrentaron a las divisiones de infantería nazi 352 y 216 que defendían la playa mejor fortificada de toda la costa: morteros, fusiles automáticos, fortificaciones de concreto, trincheras y artillería que no habían sido afectadas por los bombardeos anteriores al desembarco.
Se dijo que 10 minutos después de que el primer buque tocara tierra la misión se había convertido en una operación de rescate y salvamento. Se tuvo que pelear por cada centímetro de playa sin apoyo de artillería y solo se pudieron tomar dos posiciones nazis a pie, con rifles y anginas. Al final del día D, 5,000 norteamericanos habían caído en Omaha pero se habían llevado 1,200 nazis con ellos. Peleando como animales.

En Poind du Hoc, los Rangers tenían la misión de escalar 30 metros de piedra y tomar las fortificaciones nazis que dominaban Omaha y Utah, pero cuando llegaron las encontraron desocupadas. Sin embargo, tuvieron que pelear durante dos días con los nazis que regresaron a recuperarlas y perdieron el 60% de sus tropas defendiendo la posición.

Utah fue la playa con menos bajas de toda la operación (197 de 23,000) al desembarcar en un sector equivocado debido a la marea y encontrando poca resistencia alemana en consecuencia. Además, tuvieron la suerte de encontrarse con que los regimientos 501 y 506 de paracaidistas habían tomado accidentalmente la parte interna de la playa. El General Brigadier Theodore Roosevelt Jr dijo "desde aquí comenzaremos la guerra". Fue la única playa que se considero casi un éxito.

Las bajas del lado de los aliados alcanzan se calculan en casi 10,000 y del lado alemán, en 7,000. Creo que no hay mucho más que decir de la invasión marítima más grande de la historia. Un día de héroes.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Defensa personal: el depredador humano

Continuando con el tema de la defensa personal, quiero profundizar un poco en el tema del depredador humano.

Se ha llegado al convenio de que el miedo a ser atacado es la nueva "fobia universal" lo cual convierte al depredador humano en el monstruo más temido de la actualidad y por lo mismo en un tabú. Además, se tiene la idea de que es algo terriblemente complejo cuando en realidad, para efectos prácticos de la influencia que tiene un posible atacante en nuestras vidas, no lo es.

Comencemos por enunciar el padre de todos los errores al respecto: la ilusión del control. Como veremos a continuación, es algo que se repite constantemente de muchas maneras distintas. A continuación enlisto los 4 errores que considero básicos en lo que respecta a los depredadores humanos:

El primer error común que cometemos es creer que los motivos por los que alguien ataca a sus semejantes solo pueden ser entendidos por un psicólogo profesional. Seamos honestos, ¿de qué nos sirve entender por qué alguien amaneció con la imperiosa necesidad de apuñalar a su vecina? El resultado no cambia, las consecuencias tampoco. La razón por la que hacemos esto deriva de la ilusión del control, de creer que si entendemos por qué hizo lo que hizo entonces podremos darle un sentido a cosas jamás lo tendrán. A nosotros no nos importa en lo más mínimo si el tipo mata porque lo violó su papá cuando era niño o porque le parece que el mundo ya no tiene solución.

El segundo error común que cometemos es creer que como ya sabemos algo de técnica (karate, box, etc) ya estamos en igualdad de circunstancias con el atacante. Esto, una vez más, se deriva de la ilusión del control: de creer que el resultado de un ataque dependerá de nosotros. Para empezar, tenemos que entender que el depredador humano escoge a sus presas de acuerdo a sus objetivos y lo hace de manera que los escenarios sean los más favorables para él. Lo más probable es que si vamos a ser atacados, lo seamos por la espalda, de manera sorpresiva y con muy muy pocas posibilidades de reaccionar a tiempo ya que inició la parte del enfrentamiento físico. No sirve absolutamente para nada dominar una combinación de 8 golpes si un tipo nos sale de atrás de un coche en un estacionamiento, nos da un choque con un taser por la espalda, nos mete en la cajuela de nuestro coche y nos secuestra.

El tercer error es creer "pobre del que me ataque a mi, yo soy peor que él". No, no lo somos a menos que seamos sociópatas, criminales convictos o miembros del congreso. Estamos hablando de gente que ha perdido por completo el respeto a los demás y está dispuesto a hacer lo que sea por obtener lo que necesita, ya sea dinero para las medicinas de su hijo enfermo o matar a sus hijos porque las voces les dijeron que es la única manera de liberarlos del demonio. A menos que estemos en esas circunstancias, jamás seremos peores que ellos y siempre estaremos del lado de las presas. De nuevo, esto parte de la ilusión del control porque necesitamos sacar nuestro miedo e implantárselo al atacante (aunque esto solo pase en nuestra mente, claramente el atacante no nos tiene miedo o no se nos habría acercado jamás).

El cuarto error es creer que todos los atacantes son iguales y por lo tanto tenemos una fórmula general para salir de cualquier problema. Es imposible predecir lo que va a pasar con un atacante en una situación volátil y cuando nos vemos enfrentados con algo así nuestras reacciones van a ser procesadas en cuestión de milisegundos, sacando un promedio entre nuestros conocimientos al respecto y nuestros instintos básicos de supervivencia. Además, el hecho de creer que entendemos al atacante puede provocar que su reacción cambie con respecto a su plan original. ¿A qué se debe esto? Venga, ustedes lo saben niñas y niños: a la ilusión del control. Queremos pensar que somos capaces de estar un movimiento adelante del atacante ya sea físicamente, mentalmente o ambas. Desafortunadamente, lo más probable es que él ya tenía un plan desde antes y nosotros estamos prácticamente improvisando.

Ahora ¿qué es lo que sí debemos saber de un depredador humano?
1. No quiere un reto.
2. Tiene miedo (no de nosotros, ojo, sino de que las cosas no le salgan como planeó) y eso lo hace más peligroso aún. A lo mejor no tenía la intención de soltar un plomazo, pero por el miedo su cuerpo reaccionó mal.
3. Busca un perfil de víctima que se puede definir como "indefensa": jóvenes, viejos, débiles o distraídos. ¿Cómo evitamos ser victimizados o que una persona cercana lo sea? Muy sencillo. ¿Entramos nosotros o personas cercanas en alguna de estas 4 categorías? Entonces hay que planear por adelantado. No manden a los niños a la primaria caminando solos. No permitan que la tía abuela vaya a la tienda sola. No dejen que su hermano con la pierna rota se suba solo al metro. No vayan manejando mientras mandan mensajes en el celular.

¿Cómo ubicamos a un posible depredador? Si no es alguien de nuestra vida cotidiana, es sumamente difícil. El consejo realista es poner atención al entorno, es más sencillo predecir calles oscuras que reacciones de gente. El depredador no nos atacará cuando no le conviene, así que es mejor hacer que nunca le convenga. En el caso de alguien de la vida cotidiana, hay que escuchar al instinto que para eso lo tenemos. Si alguien nos parece sospechoso, hay que observarlo con más detenimiento y lo más probable es que se ponga en evidencia solo. Sin embargo, el problema es que sea demasiado tarde para cuando estemos seguros así que ante la duda mejor prevenir que lamentar. Si el repartidor de pizza ve a tu hija raro cada vez que va, abre la puerta tú.

Para finalizar, no perdamos de vista que esta entrada no pretende ganar un premio de psicología criminal ni nada por el estilo. Solo cubre información que es tan básica que no la tomamos en cuenta hasta que la pensamos y ese es el objetivo en este caso. Pongan atención, sean prácticos e inteligentes y cuídense.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Historia bastarda: la noche triste

30 de junio al 1 de agosto de 1520. Hernán Cortés se arrepiente como de pocas cosas en su vida de haber dejado a Pedro de Alvarado a cargo de su ejército en Tenochtitlán, quien a pesar de ser de los capitanes más respetados en sus filas y uno de los mejores soldados de que dispone sigue siendo un ignorante y un animal. Miles de aztecas lo esperan y no piensan dejar un solo español vivo.

Días antes, Cortés se vio en la necesidad de regresar a Veracruz porque un contingente español lidereado por Pánfilo de Narváez venía a arrestarlo por insurrección pero más bien porque casi no se les daba eso de la fiebre del oro y Velázaquez (gobernador de Cuba) quería una tajada de México después de interceptar los regalos que Cortés había mandado al rey de España y ver la cantidad ridícula de riqueza que había ahí. Pero no contaban con la astucia de Cortés, que simplemente tuvo que presentarse ante los hombres de Narváez y regalarles un poco del botín, prometerles que habría mucho más si se le unián y dejar tuerto a Narváez para en lugar de ir preso a Cuba, regresar a Tenochtitlán con el doble de españoles. El problema era lo que estaba pasando en la ciudad de México.

Encargado del ejército español y con el emperador de rehén se encontraba Pedro de Alvarado, apodado Tonatiuh por los aztecas (el "sol", no había uno más rubio entre los españoles), soldado consumado del ejército de su majestad el rey de las Españas. Desafortunadamente lo que tenía de buen soldado también lo tenía de asesino y tarado. Unos días después de que Cortés se fuera a Veracruz llegó un festejo de la fertilidad así que unos 600 aztecas fueron al templo mayor a bailar y cosas por el estilo. Alvarado, brillante, supuso que lo que traían los aztecas eran armas y no representaciones de herramientas de labranza así que cerró las puertas del templo y asesinó a todos los mexicas ya fueran hombres, mujeres o niños en lo que después sería conocido como la matanza del Templo Mayor. Animal. Obviamente, esto no le pareció buen plan al resto de la ciudad e inmediatamente fueron asediados por una turba furiosa de aztecas durante varios días. Una vez más, el genial Alvarado tiene una genial solución y obliga a Moctezuma a hablarle a su pueblo desde el balcón de su palacio donde recibió toda clase de proyectiles, hiriéndolo más en el orgullo que físicamente (al Huey Tlatoani no se le podía ni ver a los ojos, ya no digamos apedrearlo). Días después de eso, Moctezuma murió o se dejó morir, cualquiera de las dos, dejando a los españoles sin absolutamente nada que negociar para asegurar su salida. Para cuando Cortés regresa de Veracruz, los aztecas llevaban días asediando el palacio y sacrificando y comiéndose a cuanto español lograban capturar (se dice que los españoles se estaban volviendo locos de escuchar tambores y oler carne quemada las 24 horas del día). Además, ya no había provisiones. A ver cuando se vuelve a quedar Alvarado como responsable.

En vista de no tener más opción, Cortés traza una estrategia para la huída. Primero que nada, consigue tanta madera como le fue posible para reparar los puentes y diques que los aztecas habían roto para evitar el escape de los españoles, además de mandar construir un puente portátil para pasar de islote en islote durante la salida. Segundo, ideó la formación con la que marcharían: a la vanguardia Sandoval y Ordaz, con 150 españoles y 400 tlaxcaltecas con las maderas y el puente. En el centro, Cortés, con 50 españoles y 500 tlaxcaltecas con la artillería y el quinto del tesoro para el rey. Después, los rehenes, heridos, doña Marina (al parecer, "Malinche" era Cortés, no su intérprete/amante/tramadora de la conquista) y las otras mujeres protegidos por 30 españoles y 300 tlaxcaltecas. Y al final, en la retaguardia, Alvarado (ahora te fastidias) y Velázquez de León (especialmente valiente, el tipo) con 100 soldados con la orden de moverse a través de las filas donde la cosa se pusiera peor (¿peor que dónde?). Y tercero, les ha de haber dado la bendición y su beso de buenas noches porque el plan iba a durar aproximadamente 3 minutos.

Los preparativos empezaron al anochecer. Los soldados que sabían lo que les esperaba cargaron poco oro, algunas joyas y anillos porque aquello de pelear en el fango cargados de hierro ya era suficientemente complicado como para echarse otros kilos de más. Otros, menos experimentados o más ambiciososo (los que venían con Narváez cargaron todo lo que pudieron al no haber tenido oportunidad antes) se arrepentirían de no haber hecho lo mismo.

Llovía a cántaros. Sale la vanguardia y no se oye nada más que el constante tambor que ya había quebrado los nervios de los españoles. Sale Cortés y el contingente de la mitad. Sale la retaguardia. Nada. El plan era alcanzar Tacuba y de ahí a Veracruz y vieja el último. Tomaron la calzada, la lluvia y los tambores seguían. Nada. De pronto, los tambores aceleran su ritmo y se escuchan los cuernos de los aztecas y los gritos de alerta "se van los teules, sáquenles el corazón a los infelices" o algo así. Y entonces se pone buena la cosa.

Hay quien dice que los españoles tenían caballos, acero y armas de fuego, que tenían toda la ventaja contra cualquier pueblo mesoamericano. Quien dice esto, jamás ha estado en combate. Ciertamente, un macahuitl no era contendiente para la toledana y el peto de algodón no se comparaba contra el de acero pero no estamos hablando de duelos, señoras y señores. Cuando se te viene encima toda la ciudad el avance tecnológico solo llega hasta cierto punto. Y cuando digo toda la ciudad no lo digo metafóricamente, no se nos olvide que los aztecas tenían una educación estilo los espartanos: si nacías hombre, recibías entrenamiento militar te convirtieras en soldado profesional o no. Toda la ciudad es literal. A esto sumémosle el valor inaudito con el que peleaban todos los indígenas de México: los aztecas, los tlaxcaltecas, los tabascos, etc, que no solo mantenían las formaciones cuando les disparaban mosquetes, cañones y demás sino que cargaban con más odio después. Mal asunto, Cortés.
Dicho esto, también hay que decir que el soldado español era quien era. En aquel entonces, la infantería española era la mejor del mundo y un siglo después sería la razón por la que "en España no se pusiera el sol", conquistando desde México hasta las Filipinas y pasando a la historia como una de las mejores fuerzas militares en la historia de la humanidad. Solo vivían para su orgullo de soldados, importándoles más lo que dirían sus compañeros de su muerte que la propia paga (eran el único ejército en Europa que no cobraba por adelantado antes de ir a la guerra, asumiendo la posibilidad de nunca cobrar).

Muy bien, continuemos. Salen aztecas de todos lados y una vez más estoy siendo literal. Salen de las casas, de los techos, de las calles, de atrás de otros aztecas, de las coladeras, en canoas, trajineras (creo que Cuitláhuac venía montado en Huitzilopochtli) y atacan a los españoles con armas de rango largo, medio y cuerpo a cuerpo dando comienzo a una de las batallas más duras de las que se tenga registro. Los españoles tratan de mantener la formación pero es imposible y Cortés tiene que abandonar a la retaguardia en un islote para seguir avanzando con el puente portátil mientras españoles, tlaxcaltecas y mexicas caen como moscas. Cada vez que un español es capturado, le cortan los tendones del talón para evitar que escape y a sus compañeros no les queda de otra más que escuchar sus alaridos mientras se lo llevan arrastrando al Templo Mayor donde se ve dibujada la silueta de los sacerdotes (que no se dan abasto sacando corazones) contra la luz de las antorchas del altar. Ni los gritos ni los tambores ni la lluvia se detienen. Los españoles que caen al agua mueren ahogados (entre la tormenta, la armadura y lo que quisieron cargar era imposible nadar) y los que se quedan en las orillas tienen que pelear con fango hasta las rodillas. Ya no saben si los aztecas pelean con más odio que valor y lo mismo se puede decir de los tlaxcaltecas a los que los mexicas capturaban vivos de ser posible y si no, ni modo.

Los españoles que sobreviven en la retaguardia logran hacer un dique CON LOS MUERTOS pero están literalmente fatigados de dar estocadas. Las oleadas de aztecas no terminan jamás y de repente se oye a Alvarado gritar que corran, que ya no queda nadie atrás, mientras pelea como perro (eso sí, a la hora de pelear lo hacía como un héroe) y utiliza su lanza como garrocha para pasar al otro islote dejándole a la calzada el nombre Puente de Alvarado hasta la fecha. Los que todavía tenían fuerza lo siguieron a través del dique improvisado, los demás se quedaron a seguir matando a fuerza de inercia hasta que se los llevaron a su horrenda muerte.

Al amanecer, Cortés se sentaba al pie del famoso ahuehuete y se sentaba a llorar por haber perdido más de 500 españoles, miles de tlaxcaltecas, el tesoro y la oportunidad de tomar Tenochtitlán. Pero sobre todo, porque sabía que los aztecas no habían terminado su venganza y todo por dejar a Pedro de Alvarado como responsable. Definitivamente sí era para llorar.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La guerra

guerra. (Del germ. *werra, pelea, discordia; cf. a. al. ant. wërra, neerl. medio warre). 1. f. Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias. 2. f. Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación. 3. f. pugna (entre personas). 4. f. Lucha o combate, aunque sea en sentido moral. 5. f. Oposición de una cosa con otra.

Como expuse en una entrada anterior, la historia del hombre es la historia de la guerra. Desde que el primer cavernícola agarró una piedra para robarle a su primo la piel del oso que estaba despellejando y el primo se defendió con un garrote hemos estado en constante conflicto. Se han peleado guerras por recursos, por territorios, por poder, por honor, por religión, por justicia, por defensa, por locura, por mujeres, por hobby, etc etc. Pretextos nunca han faltado. Sin embargo, la verdadera pregunta no es por qué ir a la guerra sino si vale la pena ir en general con todo lo que trae en consecuencia.

Eres un francés de Arras en mayo de 1940. Rommel está sitiando la ciudad donde viven tú y tu familia y para este momento las intenciones de Hitler ya son evidentes. ¿Vas a pelear?

Eres un gringo en Philadelphia en 1973. La guerra de Vietnam ya lleva casi 17 años y 3
presidentes. El vietcong sigue ganando. ¿Vas a pelear?

No hay respuestas correctas, cada quien puede tener excelentes razones para pelear o no hacer nada al respecto. Nadie le preguntó a Francia si quería entrar a la Segunda Guerra Mundial, pero siempre existió la opción de huir. Estados Unidos no estaba preocupado porque Vietnam del Norte estuviera matando gente en Vietnam del Sur sino de lo que estaba haciendo Rusia ahi. Los motivos políticos no son el punto aquí, es lo que piensa cada soldado y eso tiene que ver muchísimo con su desempeño a la hora del combate. El mejor soldado es el que está dispuesto a morir y por eso creo que el peor miedo de un soldado es que su muerte no haga ninguna diferencia. Y la probabilidad de morir es bastante alta debido a las complicaciones.

Algunas complicaciones:
- En la práctica, hay dos tipos de soldados: los que son profesionales y los que no lo son. Cuando se enfrentan entre ellos, esta diferencia es muy importante porque aunque ambos están peleando por su vida el profesional siempre estará mejor preparado y mentalizado. Es como si pusiéramos a jugar futbol al equipo de nuestra colonia contra el F.C. Barcelona solo que con vidas de por medio y esto es algo que ha sucedido casi constantemente en la historia de la humanidad (al menos en occidente). Es muy difícil que se de una guerra como tal en la que el 100% de los soldados sean profesionales.
- Diferencia tecnológica armamentista. Puedes ser una maravilla de soldado, pero no hay absolutamente nada que puedas hacer contra un misil.
- El clima. Pregúntenle a Napoleón por el invierno en Rusia.
- El terreno. La noche triste no hubiera sido tan triste si Tenochtitlán no hubiera estado construida sobre un lago.
- La intimidación. Barba Negra medía casi dos metros de estatura, pesaba 140 kilos, se colgaba 6 pistolas cebadas y se entrelazaba mechas en la barba para prenderlas cuando entraba a combate. Ah. Y no se bañaba.

¿La guerra es algo deseable? Creo que no, pero la creo necesaria. La guerra es algo espantoso, no perdamos esto de vista pero por lo mismo tiene la capacidad de al mismo tiempo filtrar y marcar al ser humano. La gente va a matarse, a hacerse pedazos y luego a volverse a matar. Sin embargo, el caos durante y después de la batalla es el momento ideal para que un hombre se reconozca a sí mismo, a sus valores y sus principios y es esto lo que a un servidor le llama más la atención. La guerra no se trata de resultados ni de quien ganó o perdió, la guerra se trata de los hombres (y en muchos casos, mujeres) que se enfrentaron unos a otros y se destrozaron por razones buenas, regulares o malas.

Ahora, desde mi muy personal punto de vista creo que gracias a la evolución de las armas lo único que le queda hacer al soldado es exponer su vida y eso ha recrudecido considerablemente el combate. Creo que antes era más sencillo entender una guerra cuando veías a tu enemigo frente a ti, cuando sabías de qué era capaz porque peleaste con él y por lo mismo justificabas su muerte, la tuya o ambas. No digo que no tenga su chiste el combate actual, lo que digo es que no es tan leal como lo era antes. Aún más, no es una cuestión solamente de honor sino el hecho de experimentar de cerca las consecuencias de haber llegado a la conclusión de ir a pelear. Y luego vivir con ellas.

"[...] Así fue como ocurrió todo, la noche en que Sebastián Copons degolló al holandés herido y yo aparté de mi hombro la mano del capitán Alatriste. Y así fue también como franqueé, sin apenas darme cuenta, esa extraña línea de sombra que todo hombre lúcido termina cruzando tarde o temprano. Allí, solo y de pie ante el cadáver, empecé a mirar el mundo de modo muy diferente. Y vime en posesión de una verdad terrible, que hasta ese instante sólo había sabido intuir en la mirada glauca del capitán Alatriste: quien mata de lejos lo ignora todo sobre el acto de matar. Quien mata de lejos ninguna lección extrae de la vida ni de la muerte: ni arriesga, ni se mancha las manos de sangre, ni escucha la respiración del adversario, ni lee el espanto, el valor o la indiferencia en sus ojos. Quien mata de lejos no prueba su brazo ni su corazón ni su conciencia, ni crea fantasmas que luego acudirán de noche, puntuales a la cita, durante el resto de su vida. Quien mata de lejos es un bellaco que encomienda a otros la tarea sucia y terrible que le es propia. Quien mata de lejos es peor que los otros hombres, porque ignora la cólera, y el odio, y la venganza, y la pasión terrible de la carne y de la sangre en contacto con el acero; pero también ignora la piedad y el remordimiento. Por eso, quien mata de lejos no sabe lo que pierde. [...] Arturo Pérez-Reverte. Las aventuras del Capitán Alatriste, El sol de Breda, cap. VI, pág. 160

lunes, 20 de septiembre de 2010

Historia bastarda: la batalla de Trafalgar

Pegunta: ¿cómo pierdes 22 barcos sin siquiera hundir uno solo de tu enemigo, si de entrada tu tenías 33 y él 27?
Respuesta: sal a pelear contra Nelson.

21 de octubre de 1805. España, tomada por Napoleón, pelea del lado del primer imperio francés donde el canijo enano decida y generalmente decide con resultados infames para sus soldados (franceses o de donde sea, una cosa es ser un genio militar y otra que te importen un rábano tus efectivos). Y como a Napoleón los ingleses no le caen así como muy bien y como todas las noches quiere conquistar el mundo, pues hay que reventarse con ellos al fin y al cabo que solo son la mejor fuerza naval de ese siglo y la de él para esas alturas da tanta lástima que requisa barcos que tienen más años en servicio que los que alguien se molesta en contar. Como si eso fuera poco, prácticamente todos los oficiales de marina del ejército francés fueron ejecutados o retirados del servicio durante la revolución así que el disponible más competente fue Villenueve (entiéndase esto como se prefiera) que tenía tantas ganas de enfrentarse a Nelson como de recibir una patada en las gónadas. Y eso que Nelson llevaba un rato organizando a su flota para buscarlo, esperarlo o pactar peleas a visita recíproca, como fuera.

El punto es que para estas alturas del partido a Villenueve no le quedaba de otra porque Napoleón le dio a escoger entre pelear con Nelson o morir por una dieta alta en plomo así que fue a buscar "voluntarios", pidió ayuda a la flota española y alineó 33 barcos de guerra entre los cuales se contaban 4 de primera clase españoles (uno de 136 cañones y dos de 112, considerablemente más grandes que cualquier inglés ese día y otro de 100 cañones), 29 de tercera clase, 6 de ellos de 80 cañones (4 franceses y 2 españoles), 22 de 74 cañones (14 franceses y 8 españoles) y 1 francés de 64 cañones. Por su parte, Nelson alineó 27 barcos de los cuales los tres más grandes eran su Victory y otros dos de primera clase de 100 cañones cada uno, cuatro de segunda clase de 98 cañones y 22 de tercera clase (1 de 80 cañones, 16 de 74 y el resto de 64 cañones). La ventaja, en papel, estaba del lado de la "alianza" franco-española. Solo en papel.

Hasta ese momento, la estrategia regular era formar a los buques en una línea de manera que se pudieran mandar órdenes usando banderas y todos pudieran verlas en línea recta y a la vez permitiendo una retirada con cobertura en caso de ser necesaria, pero Nelson no se anduvo con medias tintas y mandó a sus buques en dos columnas perpendiculares a la línea de Villenueve buscando una victoria decisiva aunque durante todo el movimiento recibiera cañonazos sin poder responder. Este movimiento duró 40 minutos, imaginen el cuadro... hasta que el Victory logró cortar la línea pasando junto al Bucentaure de Villenueve y cañoneándolo hasta por debajo de la lengua. Villenueve creyó que el abordaje era inminente y en un acto de excesiva seguridad/estupidez gritó a sus soldados que arrojaría su insignia al barco enemigo y de ahí la traerían. Sin embargo, Nelson siguió de largo dejando al Bucentaure a merced de los siguientes tres barcos ingleses en la columna, quedando libre para ir sobre el Redoutable con el cual entrelazó mástiles iniciando un combate a corto rango en el cual recibió un tiro de mosquete que le entró por el hombro izquierdo, pasó por su espina entre la sexta y séptima vértebras y se le alojó en los músculos de la espalda. Nelson exclamó "finalmente tuvieron éxito, estoy muerto" y fue llevado bajo cubierta.
Los franceses arrojaron granadas al Victory obligando a la tripulación a buscar resguardo y cuando el abordaje era inminente, llegó el Temeraire (segundo buque de la columna inglesa) y se unio a la fiesta disparándole al Redoutable con sus cañones de corto rango. Después de más de una hora de combate, 487 muertos, 81 heridos, el buque hecho pedazos y él mismo gravemente herido, el capitán Lucas del Redoutable se rindió.

Algo similar le sucedió al Bucentaure, pero la bastardez del día se la lleva el Santísima Trinidad de los españoles. ¿Por qué? Porque se rindió después de pelear TRES HORAS completamente rodeado por buques ingleses.... ¿matemáticas? supongamos tres barcos ingleses de 64 cañones cada uno para hacer los cálculos con el menor buque disponible para Nelson. Tomemos como tiempo promedio de recarga del cañón 5 minutos, lo que es muchísimo tiempo para los cañoneros ingleses. Hagan sus multiplicaciones y divisiones, y estamos hablando de que los ingleses tuvieron oportunidad de dispararle al Santísima Trinidad más de 2,300 cañonazos. Creo que es irrelevante hablar de estadísticas y probabilidades porque con que le hayan pegado el 10% del total ya son suficientes cañonazos como para que no sea divertido. Solo sepan que quedó tan mal que los ingleses decidieron hundirlo después de tomarlo. Imagínense.

Mientras más y más barcos ingleses se unían al combate, más rebasados se encontraban los barcos en el centro de la línea franco-española. Villenueve simplemente no supo contrarrestar la estrategia de Nelson y cuando se le recomendó que se adaptara a lo que estaba pasando o no quiso o no pudo, lo que dejó a sus barcos con tres opciones: batirse como animales acorralados, rendirse o huir. 11 barcos huyeron a Cádiz, los demás pelearon todavía un buen rato después de darse cuenta que ya habían perdido y a la mayoría no le quedó otra opción que rendirse.

Al final del día, los ingleses habían tomado 22 de los 33 buques enemigos sin perder ninguno, Nelson estaba muerto y era leyenda (maldito genio, mis respetos) y Villenueve era prisionero de la corona inglesa. Sin embargo y como siempre, esta entrada va dedicada a la carne de cañón (literalmente) de ambos bandos. Pelear es de por sí difícil, ¿¿pero en un barco?? imaginen pelear donde no hay maniobras evasivas, hay que considerar el movimiento de la marea en todo lo que se hace, todo esta resbaloso (no por el agua.... se acostumbraba esparcir arena por todos los pisos para evitar resbalones con la sangre) y por si fuera poco, si te gana el miedo y no haces nada hunden tu barco así que de todos modos estas muerto. Sumemos a esto el caos natural del combate y llegamos a la conclusión de que había que tener pantalones.

Que sea esta entrada mi pequeño homenaje a todos esos oficiales, infantes de marina, cañoneros y tripulación en general que se hicieron pedazos ese día hace casi 205 años. Al valor, honor y profesionalismo que demostraron los ingleses durante el combate y aún después de su aplastante victoria. A la obligada responsabilidad de los franceses. Y al coraje improvisado y solidaridad de los españoles de los que se dijo "llenamos los buques de una porción de ancianos, de achacosos, de enfermos e inútiles para la mar" -Mazarredo, nota sobre el estado de la marina.

sábado, 14 de agosto de 2010

La confusión generalizada sobre defensa personal

Hace un par de semanas, tuve la oportunidad de dar una plática de defensa personal al grupo de los #twittrunners (gente muy agradable que se organiza para ir a correr en twitter) y lo más curioso del asunto fue su reacción. Estaban esperando una demostración estilo "este tipo me tira una cuchillada en un ángulo de 60 grados con respecto a la horizontal por lo que yo reacciono así..." y eso fue exactamente lo que no pasó. La mera definición de lo que es defensa personal los hizo poner caras de asombro y me comprobaron que todavía hay mucho trabajo que hacer al respecto y ese es el motivo de esta entrada.

Primero que nada, quiero aclarar que el tema de la defensa personal es sumamente delicado y jamás debe abordarse con ligereza. Llegado el caso, podríamos estar hablando de la diferencia entre perder a un ser querido o regresar a casa ilesos por lo que le recomiendo a quien quiera que esté interesado en el tema que se documente, investigue y ponga en tela de juicio absolutamente todo lo que encuentre al respecto (incluyendo esta misma entrada). Es la única manera de crear conciencia.

Dicho esto, me permito compartir con ustedes la visión que he creado de la defensa personal después de mucho tiempo invertido en investigación, lectura y experimentación (esta última, guardando toda proporción) y comenzaré por los errores clásicos de la gente que quiere estudiar defensa personal:
1.- Quiero aprender defensa personal, por lo que me metí a karate, box, jujitsu, etc: este es el padre del resto de los errores. Cualquier técnica de combate, por más espectacular que sea, NO es suficiente.
2.- Quiero aprender defensa personal, por lo que me metí a un seminario: entender lo que es defensa personal NO es suficiente, el cuerpo y la mente tienen que estar acondicionados para responder en situaciones completamente fuera de control.
3.- Este tipo se va a arrepentir de haber tratado de atacarme, no sabe con quien se metió: sí, lo sabe. Y justo por eso te eligió como víctima.
4.- Quiero aprender la fórmula mágica de la defensa personal: lo lamento, no existe tal cosa. La defensa personal seria tiene que ser inteligente y adaptable a las circunstancias, nunca generalizada.
5.- Yo soy Batman: no, no lo eres. No te metas donde no te llaman, no hagas una situación mala peor.

La defensa personal no es aprender a pelear. 5% de las situaciones de riesgo o conflicto acaban en pelea, así que si lo único que sabemos hacer es pelear no estamos preparados para el 95% de lo que nos puede pasar. Además, no es así como funciona nuestro instinto. Al vernos amenazados entramos en un ciclo de reacciones naturales que están grabadas en nuestro código genético desde antes de ser cavernícolas: primero nos congelamos (muchos depredadores basaban su visión en movimiento, era una habilidad muy útil pero hoy en día desafortunadamente nos perjudica), luego corremos y si nos alcanzan, peleamos. Si nos lastiman, nos volvemos a congelar tratando de ganar tiempo, volvemos a correr y si nos alcanzan volvemos a pelear. Así es como estamos cableados desde hace millones de años y basta ver cualquier escena de cacería en el Discovery Channel o en el Animal Planet para comprobar como esto se repite una y otra vez.

Otra reacción natural del cuerpo es que al activarse nuestro modo de superviviencia la sangre se concentra en nuestros grupos musculares mayores (los que necesitamos para correr como locos, tirar una patada y seguir corriendo como locos) y perdemos casi por completo la coordinación fina. ¿Eso significa que no podré hacer esa técnica tan fregona que me enseñaron para desarmar a un atacante con arma de fuego o esa elaboradísima llave que le parte la pierna al atacante en tres? Precisamente eso significa. Tenemos tres capas cerebrales, siendo la más primitiva el cerebro reptil y la más evolucionada el neo-córtex. Todas las técnicas que aprendamos mediante memorización se archivan en el neo-córtex y el que entra en el juego en una situación de riesgo es el cerebro reptil, por lo tanto intentar usar dichas técnicas en un momento de peligro es como tratar de actualizar tu ipod sin conectarlo a la computadora. Simplemente no lo vas a encontrar.

La verdadera defensa personal debe de ser integral y cubrir dos aspectos: el físico y el mental. La preparación física tiene que concentrarse en acondicionamiento físico ya que los esfuerzos de correr un sprint de dos cuadras o de tirar 8 golpes en 4 segundos son sumamente demandantes. La creación de memoria muscular para movimientos de combate es un subproducto y nunca sobra, pero seamos realistas: una persona que entrena 4 horas a la semana no va a saber que técnica usar y en el caso de que lo sepa, todavía falta que la aplique bien. La preparación mental debe crear mapas y escenarios en el cerebro hasta que se tenga la capacidad de analizar y planear nuestra vida de manera cuidadosa. Ojo, esto no es que nos convirtamos en paranoicos y no salgamos de nuestras casas. La gacela tiene que acercarse a tomar agua, pero sabe como huele el león.

Para mi gusto, todo sistema de defensa personal debe cubrir los siguientes pasos:
1.- Planeación
2.- Atención
3.- Huída
4.- Combate
En ese estricto orden, de otra manera estamos pidiendo problemas. Permítanme ejemplificar los 4 pasos en una situación cotidiana:
1.- Hoy voy a ir a trabajar usando transporte público. Voy a usar la línea tal del metro y luego me subiré a un camión. Los lugares más obvios de peligro son la salida del metro y la parada del camión, sobre todo la parada en tal lugar.
2.- Ya voy de camino. Voy poniendo atención a la gente que me rodea, sus reacciones y su lenguaje corporal (esto puede ser elevado a una ciencia, pero por default estamos preparados para ver lo obvio. Confíen en su instinto). En el metro, se suben dos tipos que no me dan buena espina: se ven sospechosos, nerviosos y no hacen contacto visual ni entre ellos ni con nadie, pero están viendo a toda la gente que viene en el vagón. Decido, para evitar problemas, bajarme en la siguiente parada y continuar mi trayecto en el siguiente metro que pase.
3.- Estos dos tipos se van detrás de mi. Acelero mi paso hacia la salida y ellos hacen lo mismo, llegando a la calle corro y ellos me persiguen. Ahora es obvio que vienen por mi, así que trato de que no me alcancen y de no meterme en un callejón o en algún lugar donde no pueda salir.
4.- En mi carrera no me di cuenta que esta calle estaba cerrada. Ya no hay a donde correr. Pues ahora sí, a negociar o a venderme caro...

Esto no es más que la base de un sistema realista de defensa personal. Lo que sigue es crear conciencia y entender los beneficios de ser una persona fuerte (no me refiero a meterse chochos y jalar pesas, me refiero a estar en buena condición y saber usar nuestro cuerpo) y saludable: los depredadores (animales o humanos) siempre buscan una de cuatro presas: las físicamente débiles, las distraídas, las jóvenes o las viejas. Un depredador no quiere un reto, quiere una conquista fácil. Si nos identifica como alguien que le dará problemas, nos pasará por alto prácticamente siempre y se irá por una presa más fácil. Selección natural, literalmente.

Y es con esto que concluyo esta entrada. El tema de la defensa personal es muy amplio y probablemente después haya alguna otra entrada al respecto, pero por el momento me conformo con crear un poco de conciencia y desmistificar el negocio de gente irresponsable que gana dinero prometiendo fórmulas mágicas y poniendo en riesgo a sus estudiantes y sus familias. Como ya les dije, duden de todo y creen su propia opinión informada. Sobre todo, cuídense a ustedes mismos y a los demás (en la medida de lo posible) y entiendan que la mejor defensa personal es llegar tranquilos y seguros a nuestras casas, sin nada interesante que contar.

miércoles, 21 de julio de 2010

El guerrero

¿A qué le llamamos guerrero? Hoy día, a lo que sea. Un par de tipos que cobran por subirse a un ring (así sean 5 pesos y un frutsi) se llaman a sí mismos guerreros. Un par de tarados que provocan una pelea en un bar porque estaban aburridos se llaman a sí mismos guerreros. Una bola de cintas café haciendo la kata más bonita del mundo se llaman a sí mismos guerreros. Y puedo seguir así un buen rato.

Aclaremos el punto. Hoy en día, hay muchas actividades, profesiones y disciplinas en las que el término tiene sentido (o al menos mera similitud) así que creo que es necesario mencionar los diferentes tipos de "guerreros" que existen hoy en día y que no son necesariamente lo mismo:
  • Deportistas: boxeadores, luchadores y hasta futbolistas son llamados "guerreros" constantemente. No están peleando por sus vidas, las de otros o alguna otra razón de peso. Pueden ser maravillosos peleadores y estupendos atletas, pero el guerrero lleva otra mentalidad que la mera competencia, la demostración de valores bajo circunstancias reglamentadas y el beneficio financiero.
  • Artistas marciales: el artista marcial puro se encuentra siempre en la búsqueda de la perfección y de verse dentro de la élite de los que son capaces de dominar cierto número de técnicas. Tienen mucha filosofía y pueden también ser estupendos peleadores, pero prácticamente ninguno se prueba a sí mismo más que en las circunstancias de su propia elección.
  • Soldados: seguir órdenes ciegamente te convierte en el soldado perfecto hoy en día. Yo respeto a cualquiera que tenga los tamaños para morir por una causa, pero no puedo comprender el hecho de pelear por algo que simplemente se desconoce a ciencia cierta y encima afrontar las consecuencias de dicha pelea sin justificación más que el ser obediente.
  • Tu amigo el tarado que se pelea porque el taxista se le cerró, porque otro tipo vio a su novia mas de dos segundos, porque le dijeron que su mamá cobraba dinero a cambio de favores eróticos y cosas por el estilo no requiere explicación.
¿Qué es pues, un guerrero? Desde el punto de vista de un servidor, el guerrero se define por la manera en que encara situaciones adversas. ¿Eso significa que cualquiera puede comportarse como un guerrero en cualquier momento? Definitivamente sí y eso incluye cualquiera de los listados arriba, a lo que me refiero es que no cualquier guardia de seguridad o karateka es por default un guerrero. Ese término se gana con valor, coherencia, honor y transparencia. Una persona que encara un trabajo oficinista que detesta con toda su alma para mantener a su familia y no se queja jamás es tan guerrero en esencia como el que se despedaza en un campo de batalla por proteger a su villa. Al guerrero lo definen su convicción, su decisión y el precio que está dispuesto a pagar por algo que cree vale la pena. Un guerrero es un guerrero cuando identifica sus cicatrices (físicas, emocionales o mentales), recuerda la razón por las que las adquirió y el dolor que le han significado, sonríe y piensa para sus adentros "lo volvería a hacer... valió la pena".

jueves, 8 de julio de 2010

Historia Bastarda: La carga de la brigada ligera

25 de octubre de 1895, batalla de Balaclava. La alianza entre ingleses, otomanos, franceses y el pequeño reino de Piamonte y Cerdeña combaten en la guerra de Crimea contra la Rusia de los Romanov quienes habían utilizado pretextos religiosos para invadir el mar Negro y así tener acceso al Mediterráneo, idea que no se hizo muy popular entre los europeos anti-imperialistas. Suceden varios hechos dignos de recordarse como la "delgada línea roja" en la que el 93º Regimiento de Highlanders paro en seco una carga de la caballería rusa con una formación de dos en fondo que es lo mismo que decir que estaban dementes y les sobraban gónadas. Pero nada tan infame como la carga de la brigada ligera.

Al mando de la caballería británica estaba Lord Lucan, quien recibe una orden de su comandante en jefe Lord Raclan pidiéndole que "la caballería avance rápidamente hacia adelante, persiga al enemigo, e intente impedir que retire sus cañones. La artillería montada puede acompañarle. La caballería francesa se encuentra a su izquierda. Inmediato". La orden la lleva el capitán Nolan, quien posiblemente no indico con claridad la orden que se interpretó como un deseo expreso del comandante general de tomar los cañones rusos al fondo del valle. Acto seguido, las cosas se van directo al drenaje.

Las tropas rusas al mando de Pavel Liprandi estaban formadas por aproximadamente 20 batallones de infantería apoyadas por más de cincuenta piezas de artillería y varios regimientos de caballería de cosacos y húsares al fondo del valle. Bueno, pues contra eso cargó la brigada ligera armada de sables de caballería y un par. El general Lord Cardigan condujo a 673 (ó 661) jinetes directamente a través del valle existente entre la colina de Fedyukhin y la de la calzada, el valle que más tarde será recordada como el Valle de la Muerte.

Detengámonos por un momento a imaginar la situación. Casi 700 jinetes de caballería con armas de combate cuerpo a cuerpo cargan contra 20 batallones de infantería y 50 piezas de artillería durante un kilómetro y medio. Pedazos de brigada ligera para todos. Los supervivientes de la carga no solo lograron romper la línea de cañones rusa sino que después cargaron como demonios contra la caballería cosaca. Magníficos bastardos. El general francés Pierre Joseph Francois Bosquet lo expresó de manera breve y adecuada: «Es magnífico, pero eso no es la guerra».

Como tarea, chequen http://www.youtube.com/watch?v=SJ5pWQykd1s&feature=related
Para los amantes del heavy metal es una referencia musical. Para los demás, un excelente punto de vista de uno de los hechos de armas más infames en la historia y que marcó un cambio para siempre en el modo de llevar instrucciones en el campo de batalla donde, como siempre, las tripas las riegan los soldados. Me pongo de pie ante ellos.



lunes, 5 de julio de 2010

La pelea

Muy bien, definamos el término "pelea": según el diccionario es la acción y efecto de pelearse lo cual no nos hace pensar en todo lo que conlleva y que, creánme, no es poco.

La pelea es una función natural de todo animal viviente y de hecho es la tercer reacción automática que generamos durante una situación de estrés: 1.- congelarse 2.- huir 3.- pelear. Durante miles de millones de años la evolución ha usado el combate entre especies y entre individuos como uno de sus principales filtros, asegurando que las especies que sobreviven y que los genes que se pasan a la siguiente generación son la selección de lo mejor y el hombre no es una excepción a esta regla. La historia del hombre es la historia del conflicto.

Sin embargo, lo realmente interesante sucede cuando nos preguntamos por qué peleamos. Desde mi punto de vista, solo hay tres respuestas posibles:
- Por gusto o deporte: los deportes de combate siempre han sido vistos como la máxima expresión de la competencia entre seres humanos, desde el pancracio en la antigua grecia hasta el UFC actual.
- Por necesidad, obligación o decisión: la guerra (ya sea entre miles de seres humanos o entre dos) siempre ha estado presente en nuestras vidas y cuando toca a nuestra puerta nunca nos pregunta si estamos de humor para recibirla.
- Por ignorancia o deseo de lo que no es nuestro: desafortunadamente, pelear también ha sido una manera en que las personas con entendimiento limitado arreglan sus problemas.
Cuando consideramos todas las intersecciones entre estas respuestas nos damos cuenta de la complejidad del razonamiento detrás de una pelea y que si nos tomamos el tiempo para pensarlo, pelear es algo mucho más intrincado que intercambiar puñetazos o misiles termodirigidos.

Algo que no podemos negar es que el peleador siempre será objeto de admiración generalizada, tanto así que actualmente se usa el término para cualquier número de analogías de la existencia humana y siempre se ve como algo deseable. La facultad de jamás rendirse ante las dificultades es una característica que todo el mundo voltea a ver hacia arriba y no hay un escenario más claro para ejemplificarla que la pelea. No importa si somos o no amantes del combate, nuestra fascinación por la pelea jamás dejará de existir porque cuando la analizamos a fondo siempre encontramos algo que merece ser recordardo. En la dualidad de la pelea es muy sencillo ver sin máscaras lo mejor y lo peor de la naturaleza humana y es por eso que siempre será, al mismo tiempo, la actividad más terrible y la más digna del hombre.

jueves, 1 de julio de 2010

La incomodidad de la violencia

El otro día platicando con una amiga salió el tema de la violencia, contra la cual ella despotricó con una mezcla de coraje, desdén y asco. Me permito citar una expresión que usó al respecto y que me dio muchísima risa: "la violencia es para los changos". ¿De verdad?
Resulta pues que a todo el mundo le molesta la violencia... de entrada. Si bien es cierto que todavía hay una buena cantidad de gente que disfruta los deportes de combate, las artes marciales y otras actividades por el estilo (su servidor es uno de ellos) la inmensa mayoría piensa que son primitivas y para gente de poca inteligencia. Esto, por supuesto, hasta que necesitan solucionar un problema de manera violenta porque entonces sí todo el mundo es fan de romperle el tabique a alguien.
Empecemos desde el principio. La violencia es algo inherente a la naturaleza humana desde que la evolución nos dio pulgares y si a esas vamos, a la naturaleza misma. La supervivencia es violenta por definición y creo que cualquiera que haya visto 20 minutos del Animal Planet lo puede corroborar, pero entonces vienen las opiniones de gente "avanzada" que cree que eso es para animales y que el ser humano debería ser capaz de solucionar todos sus problemas con su intelecto, educación y buenas maneras. Ojalá fuera así de fácil.
Siempre hay alguien que quiere lo que no es suyo y que hará lo que sea para obtenerlo lo cual nos obliga a hacer lo que sea para detenerlo. Esta es, ha sido y será siempre la naturaleza humana. Definitivamente la violencia genera violencia, lo humanamente sensible es no ser el origen de esa espiral sin engañarnos a nosotros mismos pensando en que seremos los que la detengan pacíficamente, cuando ya está iniciada.
Es importante comentar que yo no soporto la violencia injustificada. No le encuentro sentido a pelearme en la calle con un taxista porque se me cerró o con un borracho que me confundió con alguien, sin embargo sí creo que hay ocasiones en las que negociar no es una opción y que tenemos que administrar un poco de violencia inteligente porque simplemente no queda de otra. Hay quien dice que siempre es posible hablar con nuestros semejantes y convencerlos de que cambien su modo de actuar. Claramente, estas personas han tenido la fortuna de jamás toparse con un animal que viole y mate porque tuvo una mala infancia, con alguien que no tiene el más mínimo respeto por los demás porque se siente invencible o con alguien que sencillamente está teniendo un mal día y que no escuchará razones durante los siguientes 30 minutos.
Es muy cierto que la sociedad nos ha inculcado un saludable miedo a la violencia porque ya nunca sabes cuando un loquito trae una pistola y te mete un tiro porque le preguntaste la hora... lo que es inconcebible es comprar la idea de ser víctimas por el mero hecho de no "rebajarnos a esos niveles" y negarnos a usar la violencia como una posible solución.
Saber cómo protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos de manera inteligente nos obliga a explorar más opciones que pedirle por favor a alguien que nos deje en paz. Guardando toda proporción, es de hombres (o de mujeres) ser capaces de detener violencia con violencia de ser necesario.
La violencia definitivamente no es para changos.

lunes, 28 de junio de 2010

Temas actuales de antibastardez: la fifa

Independientemente de que México perdió no obstante el error arbitral (había con que jugarle a Argentina, mas no con qué ganarle) el problema es que el futbol está obsoleto. Es ridículo que en el año 2010, a nivel de copa mundial, se sigan cometiendo los mismos errores que hace 40 años porque la fifa tiene la firme convicción de que lo que hace "hermoso al futbol es que todo puede pasar" y que las circunstancias ajenas al partido lo hacen interesante. Esas son declaraciones de gente de fifa, no me las estoy sacando de la manga y la verdad es que lo único que han demostrado es completa y absoluta estupidez.
Según dijo literalmente Aguirre, el árbitro del partido de México llegó al túnel de los vestidores, tiró sus tarjetas y su libreta y le empezó a gritar como loco a su abanderado para después acercarse y decirle "perdón, se que era offside... pero no tengo el poder de echar para atrás esa decisión". ¿Y la fifa que hace al respecto? Sigue pensando que eso es lo que hace interesante al futbol porque de eso se hablará el lunes. Inglaterra mete un gol clarísimo con el que se iban al medio tiempo empatados y cambiaba el rumbo de ese partido. Todos lo vimos menos el abanderado pero aunque hubiera sido un gol difícil de marcar el hockey sobre hielo ha tenido la tecnología para marcarlo hace más de 20 años... más de 20 años que en el hockey no pasan esas niñerías. Y los tarados de la fifa sonríen, levantan una ceja y ponen cara de "¿¿no es bonito el futbol??"
Un deporte es su reglamentación. La reglamentación del futbol está obsoleta y se ha demostrado innumerables veces. El futbol es el deporte más practicado del planeta y tiene la capacidad de seguir siendo el deporte de conjunto más seguido de todos siempre y cuando fifa cambie su actitud, abra los ojos y deje de justificar sus propias idioteces.

Aclaración sobre el término "bastardez"

Para empezar, debo de ser honesto y reconocer que de acuerdo a la RAE, el término "bastardez" no existe. Su definición de "bastardo" es la siguiente:

bastardo
, da.

(Del fr. ant. bastart).

1. adj. Que degenera de su origen o naturaleza.

2. m. y f. hijo bastardo.

3. m. boa (serpiente americana).

4. m. Mar. Especie de racamento.

5. m. Mar. Vela que antiguamente se usaba en los navíos y galeras.

6. m. Esp. occid. Culebra grande.

7. f. Lima de grano más fino que usan los cerrajeros para dar lustre a las piezas.

8. f. Culebrina cuya longitud no alcanzaba a 30 veces el calibre o diámetro de la boca.

9. f. letra bastarda.


Sin embargo, también es un hecho que cualquier palabra puede tener diversos significados de acuerdo a la cultura y el país donde son usados. No presumiré de haber creado ninguno de los dos, sin embargo el término "bastardo" tiene un significado especial entre la gente que me es cercana y se usa para nombrar algo duro, difícil y hasta cierto punto admirable (ej.- "ese ejercicio está bastardísimo" es lo mismo que decir "ese ejercicio está verdaderamente complicado, difícil y es un excelente reto. Amo este ejercicio y lo quiero hacer por el resto de mi vida".

Es ese uso del término bastardo el que será usado en este blog. Sin embargo, me parece sumamente interesante el primer significado que usa el diccionario de la RAE: 1. adj. Que degenera de su origen o naturaleza. Definitivamente ese significado también aplica pues la creación de este blog se debe a compartir ciertas ideas sobre la sociedad actual y lo que se ha perdido con el paso del tiempo en la historia de la humanidad. Visto desde ese ángulo, sí degenero de esta sociedad organizada, culta, estudiosa, pacífica, armoniosa, segura y cualquier otro término sinónimo de maravilloso (si no está claro el sarcasmo, no se preocupen ya se acostumbrarán) pues resulta que mientras se nos afirma que estamos en el momento más avanzado de la humanidad también es cierto que la incoherencia jamás había alcanzado un punto tan alto como hoy en día.

Este blog será un espacio para el punto de vista más crudo, realista e históricamente correcto que pueda yo ofrecer de lo que fuimos, lo que somos y lo que (al parecer) seremos como seres humanos. ¿Vamos de mal en peor? Usen su evolucionado cerebro y lleguen a sus propias conclusiones.